martes, 26 de octubre de 2010

Del pasar de largo.

Finalmente, dijo así: Me produce náuseas también esta gran ciudad, y no sólo este necio. Ni en una ni en otro hay nada que mejorar, nada que empeorar.

¡Ay de esta gran ciudad!  ¡Yo quisiera ver ya la columna de fuego que ha de consumirla! Pues tales columnas de fuego deben preceder al gran mediodía. Mas éste tiene su tiempo y su propio destino.

Esta enseñanza te doy a ti, necio, como despedida: donde no se puede continuar amando se debe - ¡pasar de largo! – Así habló Zaratustra y pasó de largo junto al necio y la gran ciudad.

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